EDUCACIÓN PRECARIA Y OLVIDADA EN EL BAJO CAUCA
En el Bajo Cauca, la situación educativa sigue siendo precaria y olvidada. Las familias se ven obligadas a desplazarse debido al conflicto armado que azota la región, y las escuelas en las zonas rurales carecen de condiciones básicas.
En Caucasia y Zaragoza, dos de los municipios más grandes de la zona, las necesidades son similares a las de otros municipios en cuanto a infraestructura y conectividad. Los salones de clases aún están construidos con tablas y plásticos, evidenciando las dificultades en las que los estudiantes deben aprender.
La falta de acceso a internet también es un problema en la región, a pesar de los esfuerzos de diversas entidades por llevar desarrollo. La brecha digital sigue presente en estas áreas apartadas del país, como lo demuestran las Instituciones Educativas Pablo Mueras del municipio de Zaragoza y la Institución Educativa Rural Palomar en Caucasia, que reflejan claramente las múltiples necesidades que enfrenta.
En medio de la precariedad y el abandono, los docentes sindicalizados en la región del Bajo Cauca luchan incansablemente por ofrecer una educación de calidad a sus estudiantes. A pesar de las adversidades, su compromiso y dedicación son admirable, resaltando la importancia de garantizar el derecho a la educación para todos, sin importar las circunstancias.
Ante esto, el docente y delegado oficial de Adida en el municipio de Caucasia, Doddy Cifuentes Mena; manifiesta: “Es fundamental que el gobierno mejore las condiciones educativas en el Bajo Cauca. Necesitamos más recursos, infraestructuras adecuadas y apoyo para poder seguir brindando una educación de calidad que permita a nuestros alumnos tener un futuro mejor. Es tiempo de que se reconozca la labor de los docentes como agentes de cambio en la transformación de la educación en nuestra región\”.