El Gobierno Nacional aumentó los recursos del Programa de Alimentación Escolar (PAE), con el propósito de seguir liderando la revolución alimentaria en los niños, niñas y adolescentes.
Con la estrategia “Hambre Cero”, el presidente de la República, profundizó en el PAE, logrando que los recursos de este programa, pasaran de 1,93 a 2,47 billones de pesos y lograra una cobertura superior al 90% en zonas históricamente excluida, de igual forma, el mandatario de los colombianos, aseguró que la alimentación escolar es una herramienta clave para la justicia social.
Con el aumento de recursos, se busca que desde la Unidad de Alimentos para Aprender (UApA), se profundice a la ciudadanía sobre los avances y transformaciones que el Gobierno Nacional, viene impulsando en el Programa de Alimentación Escolar (PAE), el cual es considerado por el Presidente, como una de las principales herramientas del Gobierno del Cambio para combatir la desnutrición, promover la justicia social y garantizar la permanencia educativa.
Sumado a esto, el Gobierno ha destinado entre el año 2022 y el 2025, $2,47 billones al PAE, superando ampliamente los $1,93 billones invertidos anteriormente. Con lo cual se logra que un aumento del 28 % en pesos constantes respecto a 2020. Con esta inversión, se logró reducir en un 24 % el uso de comida industrializada y aumentó en un 21 % la provisión de alimentos preparados en sitio.
También se logró duplicar la entrega de comida caliente transportada, mejorando la pertinencia nutricional y la calidad del servicio. Actualmente, el PAE distribuye 350 mil toneladas de alimentos al año, cumpliendo con la Ley 2046 de 2020, que exige que al menos el 30 % provenga de pequeños productores y agricultores locales.
Este programa ha logrado ampliar su cobertura y ha priorizado a las poblaciones históricamente excluidas. Entre 2021 y 2024, el PAE creció 4 puntos porcentuales a nivel nacional. En comunidades indígenas y NARP (Negras, Afrodescendientes, Raizales y Palenqueras), el aumento fue de 9 puntos, y en población rural y estudiantes en jornada única, de 4 puntos. Hoy, el 92 % de las sedes con jornada única recibe almuerzo como complemento nutricional, y las comunidades rurales, indígenas y PDET superan el 90 % de cobertura.
Además, se implementó por primera vez una estrategia de entrega de canastas alimentarias durante recesos escolares. Entre 2022 y 2025 se entregaron 2.550.347 canastas en 110 municipios con inseguridad alimentaria, con una inversión de $253.759 millones. Esta medida ha permitido garantizar el acceso a alimentos incluso cuando no hay clases.
A los recursos entregados al PAE, el Gobierno Nacional también ha logrado inversión en infraestructura educativa, equidad y fortalecimiento, pues entre 2022 y 20225, ha destinado 2.5 billones de pesos en la dotación de 1.400 sedes educativas y la construcción de 868 cocinas y comedores escolares. Además, ha llegado a regiones que históricamente han estado rezagadas y fue así como, La Guajira recibió un incremento del 134 % en inversión, pasando de $79.415 millones a $185.671 millones. En la Orinoquía, el aumento fue del 110 %, en el Litoral Pacífico del 62 %, y en la Amazonía del 61 %.
Pero el Programa de Alimentación Escolar, también debe contar que se dignifica y se fortalece el trabajo, pues se viene trabajando en la formalización de 56.000 manipuladoras de alimentos, garantizando sus derechos laborales, prestaciones sociales y seguridad social, en línea con el Código Sustantivo del Trabajo y la reforma laboral.
Adicionalmente y buscando la normativa adecuada en la alimentación escolar, el Gobierno expidió la Resolución 051 de 2025, que define los estándares técnicos para una alimentación culturalmente pertinente y especial para los niños, niñas y jóvenes de comunidades étnicas. Esta normativa también habilita que organizaciones propias de estas comunidades puedan operar el programa.
También en ese fortalecimiento que se ha logrado del PAE, se ha buscado la democratización del mismo y que este pueda articularse con actores comunitarios, confederaciones, juntas, asojuntas, buscando una participación consolidada desde los territorios.
Además, desde la Unidad de Alimentos para Aprender (UApA), avanzan en el trabajo de una política pública, con la cual se pueda garantizar una alimentación digna en todas las escuelas y que se cuente con financiación sostenible y cobertura garantizada. Desde el Gobierno Nacional, se asegura que, “el compromiso es claro: ningún estudiante en Colombia debe volver a pasar hambre en su escuela”.