En Medellín, los procesos de investigación escolar se han convertido en una herramienta esencial dentro de las instituciones educativas públicas. Más allá de la transmisión de conocimientos, los docentes están llamados a fomentar en los estudiantes la curiosidad, el pensamiento crítico y la capacidad de resolver problemas del entorno.
Estos ejercicios, que van desde proyectos de aula hasta semilleros de investigación, buscan acercar a los jóvenes a la realidad de sus comunidades, generando propuestas innovadoras que respondan a necesidades sociales, culturales y ambientales.
Así lo viene desarrollando la Institución Educativa Carlos Vieco Ortiz del barrio San Javier en la Comuna 13 de Medellín, pues a través de encuentros y equipos de investigación, buscan que la educación de su entorno, sea un camino de transformación y crecimiento. Teniendo en cuenta el trabajo que como comunidad educativa realizan con los docentes y estudiantes.
La Institución culminó el Segundo Encuentro de Investigación Escolar en el Centro de Innovación del Maestro en Medellín, Mova, al que denominó “Radiografía docente, sembrando futuros investigadores” y que contó con un grupo de panelistas que centraron su postura en la necesidad de crear más espacios de encuentro y desarrollo entre docentes y estudiantes y en la pertinencia de ir enfocando claramente a los alumnos y a los maestros a no tenerle miedo a las apuestas, el conocimiento y la diversificación de temas e investigaciones.
Para la docente Catherine López, del equipo de investigación de la Institución, “este es un desafío como docentes, pero también es un reto para atraer a los estudiantes y por eso delegamos unos líderes por transición, primaria, secundaria y media y aquí queda claro que nosotros buscamos involucrar toda la comunidad educativa y pues ya logramos institucionalizar una hora semanal para la asesoría y trabajo con nuestros estudiantes; sabemos que no es un trabajo perfecto y que estamos en construcción”.
La investigación debe promoverse de todas las formas en la educación, pues con ella se busca impulsar a los maestros y alumnos para que participen de encuentros, seminarios, talleres y demás, presentando iniciativas que se puedan convertir en procesos organizados de investigación.
“Este encuentro nació en el 2024 como necesidad de invitar a los docentes a la reflexión de nuestra práctica pedagógica y que los procesos investigativos, nacen desde la primera infancia, pues es el momento en el que los niños exploran, descubren, aprenden y construyen nuevo conocimiento”, asegura la docente de la Institución Educativa Carlos Vieco Ortiz, Melisa Piñeros Osorio, organizadora del Encuentro.
Durante la jornada a la que no asisten solo maestros de esta institución, sino de otros colegios públicos de la ciudad, se desarrollan charlas donde lo protagónico, es la conexión que deben fomentar los docentes con sus estudiantes para que puedan generar procesos investigativos dentro de las aulas y que dejen de ver la investigación, como un enlace con las ciencias, las matemáticas, la física o la química, y se introduzcan en procesos de investigación de carácter social y humano también.
Para el docente y licenciado en filosofía, Jhon Edison, “los espacios de trabajo de investigación son muy gratificantes y reconozco esa labor que vienen haciendo desde las instituciones, porque creo que el componente de educación es un componente necesario e importante para poder desarrollar procesos de mayor impacto. Así mismo, hay que incentivar una pedagogía del asombro, tener el reconocimiento como posibilidades donde yo como docente, mi pasión, mi gusto de poder hablar de eso que me apasiona, me termina conectando con los estudiantes y al final ese es el proceso de la investigación, conectar, explorar el mundo, generar alternativas de solución y todo en el marco de la educación que me parece que en la ciudad de Medellín es una apuesta muy importante que se está haciendo”, precisó.
En estos escenarios, los estudiantes tienen la oportunidad de visibilizar sus trabajos, fortalecer competencias comunicativas y científicas, además de apropiarse de una cultura investigativa desde temprana edad. Para los docentes, este proceso representa un desafío, pues deben combinar la enseñanza tradicional con metodologías activas que motiven a los jóvenes y hagan de la investigación un espacio atractivo.
De otro lado, la licenciada en español y literatura y panelista del segundo encuentro de Investigación Escolar, Mariel Bacca, es necesario que los docentes investigadores piensen cómo articular a toda la comunidad educativa en la investigación escolar. Es claro que se debe preguntar qué y quiénes están comprometidos con el proceso, qué roles y qué responsabilidades se están realizando y también identificar cuáles son las necesidades en pro de esa apuesta por la investigación.
“Es apremiante establecer si los docentes van a trabajar investigación escolar o van a trabajar aprendizaje basado en proyectos, o van a trabajar aprendizaje basado en retos y cómo eso puede ajustarse a las necesidades propias de cada institución educativa, pero también es super apremiante, que los equipos directivos de las instituciones faciliten los espacios para la formación de los docentes y estudiantes en la investigación escolar”, señaló Bacca.
Más allá del ámbito académico, los proyectos de investigación en las escuelas oficiales cumplen un papel transformador en la sociedad. Permiten que los estudiantes se conviertan en actores propositivos dentro de sus barrios, identificando problemas cercanos y proponiendo soluciones creativas y viables. De esta manera, la investigación escolar trasciende los muros de la institución, formando ciudadanos críticos, conscientes y comprometidos con la construcción de una ciudad más incluyente y sostenible.




