CER SAN PABLO: ATENCIÓN DEFICIENTE POR EL ESTADO LOS ULTIMOS AÑOS.
El Centro Educativo Rural San Pablo del municipio de San Pedro de Urabá es un claro ejemplo de la falta de atención por parte del Estado en los últimos años. Esta institución ha sufrido un abandono constante, lo cual ha afectado directamente a los estudiantes y a la calidad de la educación.
En este nuevo período de alcaldía, se espera que el nuevo mandatario tome medidas y realice las inversiones pertinentes para mejorar las condiciones de la escuela. Afortunadamente, el alcalde ha manifestado su intención de llevar a cabo mejoras en este establecimiento, y gracias al secretario de Educación Gilmor Murillo, quien ya ha iniciado las primeras reuniones con la Rectora, el coordinador del colegio y los padres de familia para identificar las principales necesidades, se genera esperanza para la comunidad educativa.
Actualmente, el centro educativo San Pablo presenta diversas necesidades fundamentales. Los salones se encuentran en un estado de deterioro evidente, las unidades sanitarias están en malas condiciones, los techos presentan filtraciones, las tuberías de agua tienen problemas, la energía eléctrica es deficiente, los restaurantes escolares carecen de adecuaciones necesarias y las puertas de salones y baños se encuentran en mal estado.
Además de estas problemáticas, es importante resaltar que el colegio no cuenta con un director rural, lo cual dificulta aún más el funcionamiento adecuado de la institución. Sin embargo, se está trabajando para solucionar este problema a través de la contratación de un nuevo director.
A estas dificultades se suma otro desafío destacado: la disminución de alumnos y la deserción escolar. Muchos estudiantes deciden abandonar la vereda en busca de mejores oportunidades en las ciudades, dejando atrás sus estudios y afectando el crecimiento y desarrollo de la comunidad educativa.
Es imprescindible que se tomen medidas urgentes y eficaces para revertir esta situación. El centro educativo San Pablo necesita una atención adecuada y una inversión considerable para garantizar condiciones óptimas de estudio. Los niños y jóvenes merecen tener un entorno educativo de calidad que les brinde todas las herramientas necesarias para su desarrollo personal y profesional.
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